A orillas del atardecer del sábado, todo alrededor de la plaza La Cruz fueron momentos de emociones y tras la procesión en honor a la Cruz de Los Milagros, la ciudad celebró el cierre del exitoso Mes de Corrientes con un megafestival. Destacados artistas subieron al imponente escenario montado frente a la iglesia para que la jornada se despida a pura música y danza. Piko Frank hizo desbordar de alegría al público.

"Cerramos otra edición más del Mes de Corrientes, un programa que nos permitió celebrar los 437 años de la fundación de la ciudad con una amplia agenda de propuestas artísticas y culturales en toda la ciudad", expresó a época el secretario de Cultura y Educación de la Ciudad, José Sand. El funcionario municipal destacó que este programa fue altamente positivo, ratificando, acompañando y promocionando las distintas expresiones culturales de la ciudad y a los artistas locales.

El festival inició con la presentación de elencos municipales y los ganadores del certamen "A Bailar Chamamé" que propusieron un cuadro coreográfico tradicional que fue muy bien recibido por el público. De a poco se acercaban vecinos de distintos barrios que fueron poblando los sectores frente al escenario, con silletas y mates; mientras que otros ya se instalaron con conservadoras para disfrutar de todo el espectáculo propuesto por la Comuna.

Una de las presentaciones destacadas fue la actuación de la orquesta Chamamé Kuñá, integrada por talentosas mujeres que montaron un show extraordinario. Recorrieron parte del cancionero popular, a modo de homenaje a la ciudad en el marco de la celebración de su fundación.

Con 22 años de actividad, el Ballet Las 7 Corrientes volvió a salpicar sentimientos de tradición con cuados destacados. Más de 20 artistas desplegaron su pasión por la danza en el escenario principal.

Las horas pasaban y los artistas cumplían con un espectáculo emocionante. Llegó el turno de Gente de Ley, grupo que cada vez que sube a un escenario, emociona con auténtico chamamé. Sus canciones pincelaron en melodías paisajes correntinos y sentimientos de identidad que trascienden lenguajes, en los acordes de talentosos músicos que no paran de cantar a nuestra tierra y de escribir poesías que honran la palabra de un chamamecero.

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UNA MULTITUD ACOMPAÑÓ EL FESTIVAL.

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Pero para cortar con la música litoraleña y armar la fiesta fue Sr. Colombia el encargado de hacer bailar y cantar a todos. Una artillería de ritmos colombianos y vallenatos sirvió para montar un espectáculo a pura cumbia.

Llegó el momento esperado por muchos y con carteles, remeras y sombreros con su nombre, el talentoso artista oriundo de Juan José Castelli, conquistó los corazones correntinos. Con su acordeón como insignia y su voz llena de pasión, Piko Frank logró cautivar al público con su espectáculo lleno de folclore y tradición.

El espectáculo se extendió hasta la medianoche, donde todo el mundo cantó y bailó convirtiendo el megafestival en una popular bailanta en honor a la ciudad.

Fuente: Época