>La tarjeta de Mark Jackson de 1990 valía no más de 20 centavos: su precio tocó el techo de USD 1.500 luego de que se descubriese un espeluznante detalle en ella que ha bloqueado su venta en eBay.

Lyle y Erik Menéndez asesinaron el 20 de agosto de 1989 a sus padres, José y María “Kitty”, en la mansión de su familia para cobrar el dinero del seguro. Durante la década del 90, su caso tomó notoriedad en la opinión pública y en 1996 fueron sentenciados a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional. Actualmente, la serie de ficción basada en su historia, titulada Monsters y dirigida por Ryan Murphy, es uno de los grandes éxitos de la plataforma Netflix. Y Stephen Zerance, quien advirtió el detalle en la mencionada tarjeta, no es ni siquiera fanático de la NBA, pero una tarde cualquiera decidió revisar sus antiguas tarjetas: “Mi amigo y yo, que también somos aficionados a la investigación de crímenes, sabíamos que los hermanos pasaron por una gran cantidad de gastos luego de recibir un pago del seguro por la muerte de sus padres”.

Según descubrieron los investigadores, Lyle y Erik Menéndez despilfarraron cerca de USD 700 mil en apenas unos meses, hasta que fueron arrestados en 1990. Entre sus gastos, figuran varias entradas para disfrutar de partidos de la NBA.

Finalmente, los halló en una vieja tarjeta, 29 años después del crimen. >A pesar del hallazgo, su tuit no se viralizó y apenas tuvo dos retuits. Pero meses después un usuario publicó la historia en Reddit y se hizo viral. >La tarjeta que muestra a Mark Jackson enseguida aumentó su precio considerablemente, pero eBay prohibió su venta debido a una inquebrantable política del sitio: no se permite comprar nada “relacionado con asesinatos o asesinos en serie”.

El crimen de los Menéndez

Joseph Lyle Menéndez y Erik Galen Menéndez se criaron en Princeton, Nueva Jersey, y se mudaron a California en 1987. En ese momento, Lyle, abandonó la Universidad de Princeton por acusaciones de plagio y bajo rendimiento.

El padre recibió un escopetazo en la cabeza, mientras que Kitty, quien estaba durmiendo, se despertó por el ruido, intentó escapar, pero recibió un disparo en la pierna y otros varios en el brazo, pecho y cara. Cuando ambos estaban muertos, sus hijos les dispararon en las rodillas (para que parezca un crimen de la mafia) y fueron al cine a ver la película de Batman (la primera de la saga de Tim Burton) para tener la coartada perfecta.

Cuando regresaron a su hogar, cerca de la medianoche, Lyle llamó al 911 y denunció los asesinatos, aunque no confesó. Sin pruebas, la Policía los dejó libres y ellos se gastaron la fortuna del seguro en poco tiempo, entre viajes al exterior, partidos de NBA (como el que se los ve detrás de Jackson), joyas y otras excentricidades.

Fuente: telam